Se proponen en primer lugar algunas directrices pedagógicas básicas que guíen la toma de decisiones en las actuales condiciones de emergencia educativa.

  1.           Principio de coordinación curricular 

Resulta fundamental el papel que deben cumplir los coordinadores, las comisiones de carreras u organismos afines en el sentido de realizar un seguimiento curricular que garantice el adecuado equilibrio de contenidos, actividades y evaluaciones entre los cursos, con la finalidad de no sobrecargar el tiempo de trabajo estudiantil.

  1.         Principio de relevancia de los contenidos de la formación  

Se requiere priorizar en la replanificación de los cursos el manejo de los contenidos nucleares de la/s disciplina/s, haciendo una selección de conocimientos que permita profundizar conceptualmente en los temas claves y no buscar abarcar el universo de contenidos previstos para la actividad presencial. La prudencia en la selección de los contenidos es necesaria en todos los cursos y muy especialmente en los cursos iniciales de las carreras.

  1.           Principio de significatividad de los aprendizajes

Se entiende necesario planificar actividades de aprendizaje que resulten significativas para el estudiante en el sentido de poner en juego procesos cognitivos complejos, de elaboración personal y aprendizaje comprensivo, y no de mera movilización y reconocimiento de datos o información. Para ello podrá resultar particularmente apropiado y enriquecedor promover el aprendizaje colaborativo de modo de estimular procesos de construcción de conocimientos y saberes entre pares.

  1.         Principio de dosificación y disponibilidad de los materiales de estudio

Los cursos deben facilitar el material de estudio e indicar con precisión las lecturas a realizar con criterios de ponderación. No es una circunstancia apropiada para búsquedas bibliográficas autónomas ni profundizaciones extensas, especialmente en los cursos iniciales. Podrá ser útil brindar guías de trabajo al estudiante de modo de facilitar la regulación personal del proceso de aprendizaje. Se deberá también tener especial cuidado con la accesibilidad de materiales educativos digitales en las situaciones de discapacidad

  1.           Principio de uso de recursos accesibles y diferidos

La selección de recursos educativos para la enseñanza en línea debe reconocer las diferencias de posibilidades de acceso y oportunidades de aprendizaje de los estudiantes, por lo que se sugiere que los archivos que deba cargar y/o descargar el estudiante sean de tamaños limitados y que cada recurso de aprendizaje empleado permanezca disponible en la plataforma u otro repositorio para su uso diferido.

  1. Principio de comunicación dialógica

Se sugiere planificar y reservar los momentos de encuentro directo con los estudiantes para promover el intercambio de ideas, aclaraciones, profundizaciones, reflexiones, debates que colaboren en los procesos de construcción del conocimiento individual y colectivo.

  1.         Principio de consistencia entre enseñanza y evaluación

Resulta fundamental en esta circunstancia preservar la necesaria consistencia del proceso educativo, cumpliendo el criterio de que sólo serán evaluados los contenidos nucleares que se seleccionaron para el dictado del curso en línea. En el caso de los cursos iniciales y troncales de las carreras se entiende un criterio imprescindible. Asimismo, es importante cuidar la coherencia entre la complejidad de los procesos cognitivos que pone en juego cada curso y la propuesta e instrumentos de evaluación aplicados.

  1.         Principio de evaluación formativa

La enseñanza en línea constituye una modalidad potencialmente privilegiada de desarrollo de procesos de evaluación formativa a lo largo de todo el curso, facilitando la devolución grupal e individual de logros, dificultades, abordaje de errores, indicaciones de reescritura, recomendaciones de mejora, etc., ya que ésta se estructura primordialmente sobre la base de la actividad estudiantil y de la puesta en juego de su producción personal. En tal sentido, se recomienda jerarquizar los procesos de evaluación formativa y concebirla como un insumo relevante de la evaluación certificadora.

  1.         Principio de confianza y transparencia en el vínculo educativo

En este nuevo escenario resulta fundamental que los actores educativos establezcan un vínculo de mutua confianza y compromiso sostenido a lo largo del proceso de modo de alcanzar los resultados buscados, procurando no posicionarse a priori en una posición de incredulidad y reconociendo que se trata de una situación educativa nueva y experimental para todos.

  1.     Principio de flexibilidad normativa

El desarrollo de la enseñanza y la evaluación en línea, así como las medidas que se deban adoptar para preservar la continuidad educativa de todos los estudiantes exigirán una flexibilización normativa que involucra los regímenes de cursado, evaluación y previaturas. Asimismo, podrá requerir acciones compensatorias o complementos de formación diseñados para cada situación de avance estudiantil.

 


(1) https://coronavirus.udelar.edu.uy/recomendaciones-para-elaborar-materiales-inclusivos/