En el marco de la pandemia de COVID-19 en nuestro país, la Universidad de la República (Udelar) resolvió continuar con sus actividades de enseñanza a través de la modalidad virtual, coordinando la planificación de cursos y apoyando a estudiantes y docentes. El Portal de la Udelar conversó sobre las políticas centrales y las modificaciones que implicó el cambio de modalidad presencial a virtual con Mercedes Collazo, coordinadora de la Unidad Académica de la Comisión Sectorial de Enseñanza (CSE); Carina Santiviago, coordinadora del Programa de Respaldo al Aprendizaje (PROGRESA) y Virginia Rodés y Manuel Podetti, coordinadora y asesor en comunicación, respectivamente, del Departamento de Apoyo Técnico Académico (DATA) del Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje (ProEVA).
Collazo explicó que la coordinación y el apoyo a los docentes y servicios se desarrolla a través de un conjunto de unidades y programas universitarios que trabajan en red para respaldar el complejo proceso de migración de la enseñanza presencial a la enseñanza en línea. En la primera línea de apoyo intervienen las Unidades de Enseñanza y los núcleos informáticos de cada uno de los servicios, para dar apoyo pedagógico y técnico a los docentes para la reorganización de los cursos y son canalizadores de una variedad de necesidades y requerimientos estudiantiles.
A nivel central, la Unidad Académica de la Comisión Sectorial de Enseñanza (CSE) y el Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) coordinan con el equipo rectoral el seguimiento curricular y el acompañamiento a los estudiantes por medio de una variedad de estrategias, especialmente a los estudiantes de ingreso y en situaciones vulnerables. El Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje (ProEVA), por su parte, lanzó inicialmente un Plan de Contingencia y realizó la adecuación del soporte informático del EVA central al incremento acelerado de la demanda.
Rodés y Podetti señalaron que, si bien desde febrero el Departamento de Apoyo Técnico Académico (DATA) del ProEVA se estaba preparando para una situación de emergencia por coronavirus en el país, en marzo comenzó a elaborar, junto a Rectorado, este Plan de Contingencia que consta de cuatro secciones: Enseñanza y Aprendizaje en línea en condiciones de emergencia; Rediseño de la enseñanza y el aprendizaje en línea; Adecuación de los sistemas informáticos al incremento de la demanda, y Estrategia de Comunicación.
Al respecto, subrayan la importancia de este cambio «pues no es viable en un par de semanas cambiar la educación presencial o semipresencial al modelo de educación a distancia tal como éste se concibe teórica y metodológicamente». Explicaron que los procesos de rediseño llevan un año de trabajo en condiciones normales y por eso se planteó «la idea fuerza de enseñanza y aprendizaje en línea en condiciones de emergencia, orientando a un pasaje a lo no presencial lo más armónico posible y centrado en el cuidado de la comunidad educativa y sus recursos».
Diagnóstico
Por su parte, Collazo indicó que la Unidad Académica de la CSE hizo un primer diagnóstico de situación de las carreras entre el 26 de marzo y 1° de abril estableciendo contacto con los referentes de los servicios y los coordinadores de las Unidades de Apoyo a la Enseñanza. De este relevamiento surgió que el 70% de las carreras habían comenzado a dictar cursos en línea a través de múltiples medios y un 20 % proyectaba hacerlo a partir de la tercera semana de abril, mientras que del 10% restante no se dispuso de información.
En cuanto a la generación de ingreso, Collazo señaló que se hizo un trabajo muy arduo para lograr la comunicación y la matriculación en los entornos virtuales de aprendizajes. Muchos estudiantes solo tuvieron una bienvenida o estaban realizando los cursos introductorios. En una segunda etapa, se realizará una encuesta a los coordinadores de carreras con la finalidad de conocer más precisamente el volumen de unidades curriculares efectivamente dictadas a distancia, así como las postergadas, parcial o totalmente. Por otra parte, se relevará la visión de los núcleos de gestión de las carreras sobre el proceso de implementación de la enseñanza en línea, sus logros y dificultades, y los niveles de respuesta estudiantil.
«En este momento ninguna carrera como tal está impedida de avanzar en la implementación de cursos a distancia», afirmó Collazo. Explicó que se pudo concentrar la actividad virtual en todos los componentes teóricos y prácticos aptos para ser trabajados en línea. Y agregó que para el segundo semestre se postergan los aspectos relacionados con los aprendizajes procedimentales y experienciales propios de las carreras profesionales -clínicas, pasantías, talleres y prácticas- y de las carreras de perfil académico -laboratorios y trabajos de campo-.
Con respecto a las evaluaciones, informó que «serán de muy diverso tipo según las características de las disciplinas y las condiciones de la enseñanza, personalizada o masiva». Además, las carreras están definiendo las estrategias de evaluación previendo dos escenarios finales de certificación de conocimientos, presencial y virtual.
Collazo explicó que desde el Prorrectorado de Enseñanza se han brindado dos tipos de orientaciones: por un lado, priorizar en los grupos manejables la modalidad de evaluación continua construida a partir de la valoración del conjunto de las actividades y producciones personales que lleva a cabo el estudiante durante el curso. Por otro, priorizar en los grupos masivos que no permiten individualización las pruebas en línea de ensayo, de respuesta corta reflexiva o de desarrollo personal, así como la realización de ejercicios o resolución de problemas asignados aleatoriamente. Además, en las carreras no masivas se sugiere tomar pruebas parciales y exámenes orales durante los períodos reglamentarios a través de modalidades virtuales y emplear el mecanismo de defensa oral a distancia para evaluar los trabajos finales de carreras de modo de no postergar los egresos.
Campañas educativas
Por su parte, Santiviago se refirió a las propuestas que tienen como finalidad el fortalecimiento de las trayectorias educativas de los estudiantes en general y en particular de la generación de ingreso, que como tal se encuentra en un momento de mayor vulnerabilidad. Dentro de estas propuestas, está la Campaña #ESTOY- Tutores, que convoca a estudiantes universitarios que quieran apoyar a la generación 2020, desempeñándose como tutores pares en aspectos relacionados al uso de TIC, cursos a distancia, acceso a materiales, organización de tareas, transmisión de la experiencia propia, entre otros. Esta campaña comenzó a trabajar con estudiantes en situación de desventaja social.
Asimismo, mediante la Campaña #ESTOY – Tutorados los estudiantes de la generación 2020 que quieran o necesiten un tutor pueden solicitarlo. Para esta campaña se elaboraron materiales de trabajo específicos, como un protocolo de intervención para los tutores, la sistematización de recursos de la Udelar para los estudiantes particularmente ingresantes, una guía de preguntas frecuentes, y tips referidos a temáticas específicas, técnicas de estudio, estrategias de aprendizaje, ansiedad, angustia y estrés, motivación y oratoria.
Otras campañas incluyen el redireccionamiento de los cursos de tutorías impartidos por el Programa hacia el apoyo a la generación ingresante, campaña que al día de cuenta con 600 tutores y cerca de 5000 tutorados. También el apoyo a los estudiantes que ingresan en forma condicional, con una materia previa, que está apoyando a 200 estudiantes. Por otro lado, los Grupos terapéuticos para jóvenes del interior, que funcionan en dos franjas horarias en estrecha coordinación con la Red de hogares estudiantiles; y los Espacios de consulta y orientación personalizados, destinados a todos los estudiantes en general, donde se trabaja facilitadores y obstáculos para el desarrollo del proyecto educativo.
Aspectos técnicos
Rodés y Podetti indicaron que el principal objetivo de la adecuación de los sistemas fue distribuir la carga que debe soportar la instalación del Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA) Central y los EVA descentralizados. En números, el EVA Central contaba, antes de las modificaciones o migraciones, con unos 80.000 usuarios y unos 78.000 cursos, aproximadamente. En cuanto a los EVA descentralizados suman, entre todos, 190.00 usuarios y 90.000 cursos aproximadamente. Durante el salto de emergencia a la no presencialidad, no se dieron incrementos de número de usuarios, sino, fundamentalmente, del tipo de actividad, el número de conexiones de los usuarios y el tiempo en que éstos permanecían conectados. «Los estudiantes y docentes entran al EVA y permanecen allí como lo harían en el edificio de la facultad», explicaron.
Cumpliendo con el cronograma establecido, se migraron exitosamente los EVA de Derecho: 386 cursos y 16.947 usuarios, Enfermería: 162 cursos y 5021 usuarios, Información y Comunicación: 446 cursos y 6243 usuarios, Ciencias: 123 cursos y 3071 usuarios y Nutrición y Dietética: 209 cursos y 3462 usuarios. Además, se está trabajando en conjunto con el Servicio Central de Informática de la Udelar (SeCIU) y varios servicios universitarios -por ahora con las Facultades de Ingeniería, Química, y Enfermería y Ciencias Económicas y de Administración- para instalar una granja de los EVA destinados específicamente a la realización de exámenes y otras evaluaciones en grupos de alta numerosidad.
Respecto a los contenidos y formatos de los cursos, señalaron que dependen de cómo diseñe el curso cada docente: hay cursos que son repositorios de documentos, mientras que otros aprovechan mejor todas las potencialidades que permite Moodle, como los Cuestionarios, Encuestas, Foros, o wikis colaborativas, entre otros. También se pueden utilizar contenidos audiovisuales, desde ProEVA ofrecen y promueven los servicios +EVA, que consisten en las clases en línea, las clases grabadas y las polimedias.
Asimismo, el equipo de ProEVA, junto al grupo de trabajo del Programa de Alfabetización Digital de la Udelar, está diseñando una guía de acceso y uso de materiales de estudio enfocada específicamente en la generación ingresante y quienes se encuentran elaborando tesis. También con el equipo de Ciudadanía Digital de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC) se está avanzado en acuerdos de trabajo conjunto en materia de Alfabetización Digital enfocada en estudiantes. Lo mismo con el equipo de servicios digitales de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), específicamente orientado al acceso de materiales de estudio que ofrece Timbó y Biblos. Además, en el marco del Observatorio de la Educación Virtual del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), se está articulando con integrantes del Grupo de Trabajo Educación Superior, para ofrecer una serie de orientaciones y marcos comunes de alcance a todo el sistema terciario y universitario nacional.
Rodés y Podetti recordaron que la Universidad de la República forma a docentes y estudiantes en Tecnologías Educativas hace más de diez años, desde el ProEVA, las Unidades de Apoyo a la Enseñanza (UAE), el Programa de Desarrollo Pedagógico Docente de la CSE, entre otros. Esto ha permitido llevar adelante el Plan de Contingencia de Enseñanza en Línea. «Si bien la modalidad de enseñanza semipresencial o de aula expandida no es lo mismo en condiciones habituales que en un contexto de pandemia, nos ha permitido llevar adelante una propuesta en la emergencia que no solo ha logrado mantener la actividad educativa, sino el contacto con los estudiantes, su realidad, sus situaciones personales. Fue realmente impresionante ver a docentes y estudiantes buscar las maneras de encontrarse y construir la relación educativa en los más diversos escenarios digitales, desde el primer día», indicaron.
Explicaron que ahora que la situación está más asentada, y con el fin de fortalecer a aquellos que se encuentren más rezagados, así como ofrecer un apoyo y espacio de encuentro a los docentes que lo necesiten, desde el ProEVA se lanzará a la brevedad un curso de formación docente, abierto, masivo y en línea, centrado en el re-diseño de la enseñanza y el aprendizaje en línea en condiciones de emergencia.
Por último, afirmaron que la heterogeneidad de las experiencias de los diferentes servicios con base a sus especificidades, hoy les permite generar una propagación colaborativa de buenas prácticas para compartir y adaptar a las particularidades. «El balance general es altamente positivo, con todo lo que queda aún por mejorar y apuntalar, que no es poco», concluyeron.
Accedé a más información sobre las campañas de PROGRESA:
Espacios de Consulta y Orientación
Dispositivo terapéutico grupal para jóvenes del interior
Accedé más información sobre el Plan de Contingencia del Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje de la Udelar
Accedé al documento: Udelar en línea Orientaciones básicas para el desarrollo de la enseñanza y la evaluación