Autores:

  • Mr. Natalia MOREIRA (Facultad de Ciencias Sociales, UdelaR, Uruguay)
  • Descargar paper

    Resumen:

    En los últimos años se ha producido un incremento de la matrícula femenina en los estudios terciarios y universitarios, pero la misma no se ha distribuido de forma equitativa entre las instituciones, servicios y carreras. Según los datos presentados por el MEC, las mujeres continúan eligiendo formarse en estudios “típicamente femeninos”, como lo son la docencia, las ciencias sociales y algunas actividades vinculadas a la medicina; y los varones continúan eligiendo estudios “típicamente masculinos”, vinculados a la ingeniería y la agronomía. Si bien se han vislumbrado algunas modificaciones a favor de la incorporación de jóvenes en carreras que no son las más frecuentes para su sexo, siguen existiendo grandes diferencias en las elecciones de unos y otros al momento de planificar su futuro.

    De acuerdo a la revisión bibliográfica realizada en el marco del proyecto de Doctorado en Sociología, “Factores asociados a la elección diferencial de género en los estudios superiores en el Uruguay”, y que es objeto de esta ponencia, existen dos grandes tipos de factores que inciden en la elección de los estudios a este nivel (Castaño: 2008). Por un lado se encuentran factores socioculturales (socialización de género, roles y estereotipos), y por otro, factores actitudinales (habilidades percibidas, autovaloración, autoconfianza)

    Desde que el individuo nace ya se va delineando a partir del proceso de socialización, cuáles son los atributos que debe tener según su sexo y los comportamientos más adecuados para conformarse como varón o mujer. Existen una serie de estereotipos de género construidos socialmente, a los cuales el niño y la niña deben ir adaptándose para conformar su ser en sociedad como masculino o femenino.

    La familia, los docentes, el grupo de pares y los medios de comunicación inciden en la elección de los estudios superiores, resultando para los jóvenes muy difícil alejarse de los modelos estipulados socialmente y optar por carreras que no son las que “típicamente” se esperan para su sexo (Rodríguez Mendez, Peña Calvo, García Pérez: 2016).

    Por otro lado, la autovaloración de las habilidades en determinadas áreas determina la elección (o no) de estudios vinculados a la matemática, ciencia y tecnología (Sáinz y Eccles: 2012). Según los datos recabados por las pruebas PISA, las mujeres tienen un autoconcepto más bajo que los varones en relación a estas áreas de conocimiento. Esto influye en que al momento de elegir los estudios superiores, se alejen de la Ingeniería y Matemática y se dediquen principalmente a carreras vinculadas a las Ciencias Sociales y a aquellas en donde se reproduce el rol tradicional de la mujer cuidadora (Enfermería, Trabajo Social, Psicología, Docencia).

    Bibliografía -Castaño. C (2008) “La segunda brecha digital”. Ed. Cátedra. Madrid.

    -Rodríguez Méndez. M, Peña Calvo. J y García Pérez. O (2016) “Estudio cualitativo de las diferencias de género en la elección de opciones académicas en los estudiantes del Bachillerato Científico-Técnico”. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria. Vol. 28. Nº 1.

    -Sainz. M y Eccles. J (2012) “Self-concept of computer and math ability: Gender implications across time and within ICT studies”. Journal of Vocational Behavior. Nº 80. Pp. 486-499.

  • Tipo: Presentación oral
  • Sesión: Comunicación Oral 2
  • Eje temático: Educación superior‚ política y sociedad