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Resumen:
El contexto económico y socio-político mundial actual, se caracteriza por una alta complejidad, incertidumbre y conflicto, donde lo único constante es el cambio permanente. Ante esta realidad, el profesional de las ciencias administrativas requiere de un perfil innovador, que supere al gerente obsoleto que se formó hace años, comprometido con la formación continua y el desarrollo de habilidades y destrezas propias de un emprendedor (Anzola, 2002), elementos que en los últimos años se han convertido en un factor clave para el desarrollo socio-productivo a escala local y global. El papel de las instituciones de educación universitaria en esta coyuntura, requiere de una transformación profunda, no solo de los pensums de estudio, sino también de su lógica de funcionamiento, su cultura organizativa, de las estrategias de aprendizaje, de la formación docente, de su relación con el sector empresarial (Concha, Álvarez y Sáez 2004; Bello 2006, Ripollés 2011); asumiendo ese importante rol que debe jugar como sujeto social presente en el famoso paradigma de la relación estado-universidad-sector productivo, planteado por Sábato hace más de treinta años, pero con una vigencia indiscutible para naciones como Venezuela, que claman por la superación del histórico modelo económico rentístico, hacia uno con mayores niveles de independencia y soberanía económica. La presente investigación es un trabajo teórico de diseño documental, que tiene como propósito presentar diversos elementos conceptuales entorno al emprendimiento, el perfil de un emprendedor, características del emprendedor venezolano, la función de la universidad en la generación de las capacidades emprendedoras, así como la importancia del emprendimiento para el desarrollo endógeno en el contexto político, económico y social de Venezuela; aspectos que se abordarán desde la mirada de las ciencias administrativas, entendida ésta como una disciplina clave para el fomento del espíritu emprendedor de los futuros profesionales. Entre las conclusiones destacan el drástico cambio que ha tenido el perfil del emprendedor venezolano en las últimas dos décadas; el incipiente fomento de la actividad emprendedora en las universidad venezolana, de allí la necesidad de superación el modelo arcaico de formación universitaria para “empleados” por uno que privilegie la formación de “emprendedores-innovadores”, adaptado a las necesidades socio-productivas del país. La importancia que debe asignársele, tanto en las ciencias administrativas como en otras áreas del conocimiento (por ejemplo las ciencias básicas, ingenierías, ciencias económicas, sociales y humanidades) al desarrollo de competencias, destrezas y al entendimiento, más que sólo al saber (características de la universidad tradicional), para lograr la formación exitosa de emprendedores dentro de las universidades; así como al fortalecimiento de la actividad de extensión como soporte a la gestión empresarial, sobre todo en el proceso de preincubación e incubación de empresas. La formación de emprendedores se perfila como un compromiso que debe asumir la universidad desde la transversalidad del currículo, la investigación y la extensión; pero que además requiere de una política de estado que favorezca la actividad emprendedora y un entorno propicio para la creación y consolidación de nuevos emprendimientos.
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