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Resumen:
Las universidades se encuentran en una creciente necesidad de gestionar sus recursos de manera mucho más eficiente, basadas en información y en función a sus propios atributos, lo que obliga a conceptualizarlas como sistemas abiertos en constante interacción con el medio que las rodea. Articular los engranajes de estas inmensas estructuras organizativas requiere que todos sus elementos, -relacionados entre sí y funcionando como una totalidad-, se ensamblen a la perfección, corrigiendo defectos, encontrando oportunidades de mejora y actualizándolos conforme a los avances tecnológicos. Según Miraval (2016), “estamos viviendo en el país y en el mundo un nivel de exigencia competitiva global creciente y entornos de alta variabilidad. Esto significa que para llevar a cabo la gestión del sistema empresa deben aplicarse técnicas y metodologías de orden superior con el fin de ser sustentable tanto económica como socialmente, ambos conceptos de convivencia imprescindible. La Calidad es el efecto de un sistema condicionado por múltiples factores y por lo tanto la incorporación de los mismos a la decisión es una necesidad que no admite dilataciones”. Las universidades nacionales no escapan a esta cuestión y, más aún, siendo sus recursos de origen público, su responsabilidad es todavía mayor. Una de las alternativas más trascendentales que está siendo utilizada para esta difícil tarea es la implementación de Sistemas de Gestión de la Calidad (SGC) basados en la familia de Normas ISO 9000. La versión 2015 de la Norma ISO 9001 trajo, por cierto, algunas modificaciones importantes que pueden ser perfectamente aplicadas para la mejora de la gestión universitaria. Si además se fusiona la articulación con una inteligente utilización de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, conforme la amplitud de los Sistemas de Gestión de la Calidad a implementar, se logrará una sinergia muy significativa para la integración de funciones, en tanto apuntalan, coordinan y sistematizan el manejo de los recursos, tanto humanos como económicos. Uno de los principios clave de la gestión de la calidad que permite esta composición integral, por así decirlo, es el enfoque a procesos, dado que, conforme menciona la Norma ISO 9000:2015, “el SGC consta de procesos interrelacionados. Entender cómo este sistema produce los resultados permite a una organización optimizar el sistema y su desempeño”, logrando así resultados coherentes y previsibles mediante un sistema de procesos alineados, el uso eficiente de los recursos y la reducción de las barreras interdisciplinarias.
Bibliografía: -International Organization for Standardization, (2015), Norma Internacional ISO 9000. Sistemas de gestión de la calidad: Fundamentos y vocabulario, Ginebra, Suiza: Secretaría General de ISO. -Miraval, F. (2016), Gestión de la calidad según norma ISO 9001:2015,Buenos Aires, Argentina: Dunken.