¿Cómo leer para estudiar?

Al comenzar a estudiar en la universidad, puede parecerte que el tiempo que le dedicás a leer es poco productivo o que por más que pases muchas horas, no lográs avanzar como te gustaría. Esto tiene que ver probablemente con la forma en la que estabas acostumbrado a estudiar en los sistemas educativos anteriores, muchas veces sólo leyendo de fichas o de fotocopias de textos o simplemente de apuntes de clase. La forma de leer para estudiar en la universidad es diferente y por eso vamos a explicarte algunas cosas sencillas para que puedas hacer rendir más el tiempo de estudio.

Lo primero que tenés que intentar es pensar el estudio más allá del momento de la lectura. Esto significa que para que ese tiempo sea productivo, tenés que planificarlo, regularlo y evaluarlo. O sea, debés pensar cómo será el antes, el durante y el después de la lectura.

Antes

Una cosa importante cuando nos enfrentamos a leer un texto nuevo son nuestros conocimientos previos sobre la temática. Sin embargo, lo normal en la universidad es que vamos a clase justamente para comenzar a aproximarnos lentamente y en el correr del semestre a temas que son completamente nuevos para nosotros. En estos casos, hay que tener en cuenta que la guía que realizan los docentes, ya sea implícita o explícita, es fundamental. Una guía explícita es aquella que organizan los profesores, por ejemplo, fichas de lectura o clases en las que se explican cuáles son los aspectos centrales en los que debemos centrarnos al leer cada texto. En general, en la universidad, lo que predominan son las guías implícitas donde es el estudiante el que tiene que hallar a través de pistas indirectas cuáles son los contenidos centrales de las lecturas. Para buscar los contenidos centrales de cada lectura podemos recurrir a varias estrategias: revisar las clases, los puntos en los que se organiza el programa y, probablemente, recurrir a los consejos de un compañero que ya haya cursado la materia. Cuando no hay una indicación directa de qué es lo central es importante que estés atento a todos estos elementos y además puedas discutirlos con compañeros del curso. Quizás puedas recurrir también a los horarios de consulta de la materia.

La primera lectura que realizamos de un texto es una forma de aproximarse a la temática. Esto significa que luego de este acercamiento se deben realizar lecturas sucesivas para lograr comprenderlo. Comprender es un proceso y lo que se alcanza en cada lectura son grados sucesivos de comprensión. Como estudiante, hay algunas estrategias que podés poner en práctica para mejorar ese proceso.

Frente a un tema desconocido, es posible buscar información básica que se encuentra disponible y al alcance de todos, por ejemplo, en las diversas enciclopedias en línea. También es importante revisar todo el material bibliográfico que tenemos mirando los títulos y subtítulos de cada tema, ya que esto nos permite tener una idea del sentido global de lo que se va a trabajar. Lograr tener una idea general sobre lo que estás estudiando es muy importante porque ayuda a calmar las ansiedades acerca de todo lo que no se entiende. Sin embargo, es importante recordar que este es un primer paso, y que lo propio del saber universitario es problematizar y discutir el conocimiento.

Otra cosa importante en este momento previo es planificar el tiempo. Es útil para esto identificar los tiempos reales que tienes para dedicarle a la lectura, y elaborar un cronograma que tome en cuenta los materiales a leer y las fechas de las evaluaciones. Este tiempo de planificación, de búsqueda y acercamiento a los materiales, deberías tomarlo en cuenta en el cronograma, así como el tiempo de evaluación

Durante

En el momento de enfrentarte a un texto, es recomendable mirar aquellos elementos estructurales o de superficie como son los subtítulos, las imágenes, los cuadros, los resaltados o la bibliografía. Este primer acercamiento al texto ya nos permite formarnos una idea sobre cuál será la temática y la forma en la que se organiza la información a la interna del material de estudio. Por ejemplo, la bibliografía citada es el lugar donde se puede explorar los autores con los que dialoga el texto que leeremos, analizar cuáles son las discusiones o temas que el autor ha leído para armar su trabajo y puede ser un buen punto de partida para encontrar otros textos que ayuden a entender el que estás leyendo. Una buena idea es analizar todos estos elementos juntos, antes de comenzar a leer. Esto es lo que se llama una lectura exploratoria.

Al momento de leer, es importante considerar que tu disposicion frente al estudio y tu motivación influirán mucho en tu capacidad de concentración. Cuando leés es importante interactuar con el texto y ser consciente de las estrategias que te son útiles, por ejemplo, hacer esquemas, subrayar o anotar (o todas las cosas juntas). Tomar apuntes que te recuerden las partes de las que trata el texto te permitirá volver a lo importante con mayor facilidad. También es interesante dejar constancia de los pasajes que te parecieron difíciles de entender. Esto te permitirá releerlos, comentarlos con compañeros o discutirlos en clase o en los foros.

Durante la lectura, y más aún si estás trabajando con un dispositivo electrónico, hay que hacer pausas al menos cada una hora, estirar las articulaciones, descansar la vista, relajar el cuello y los hombros.

Después

Después de leer el texto, es importante que evalúes qué fue lo que entendiste y que fue lo que no pudiste comprender. Puedes ensayar explicar el tema a alguien imaginario, en forma oral o escrita. Puede servirte en este momento juntarte con algún compañero y realizarse preguntas sobre lo leído. Este repaso te permitirá identificar qué aspectos del texto no te quedaron claro.

Si hay otros textos en el curso que tratan sobre la misma temática es fundamental que los leas tratando de ver si pueden aclararte las dudas que no te pudo resolver el texto anterior. En general, los docentes proponen varios textos sobre la misma temática para que los estudiantes los lean y puedan ver cómo dialogan o cómo se expresan sobre el mismo tema diferentes autores. En este punto es esencial que consideres a cada texto y a cada autor como una unidad, si bien pueden tratarse del mismo tema y ayudarte a entender un contenido global, en la universidad es fundamental que tengas muy claro qué es lo que dice cada autor sobre el tema y no lo confundas.

En síntesis, los temas pueden ser abordados por diferentes textos y autores, es importante en una primera aproximación, leer para comprender el tema general. Sin embargo, en una segunda lectura, lo más importante es lograr identificar qué es lo que cada texto y cada autor aportan a la comprensión del tema general. Una buena estrategia para esta segunda lectura es realizar una síntesis a partir de resúmenes u organizadores gráficos. Si volvés a leer el texto después de haber hecho todos los pasos anteriores seguramente te sorprenderás de todo lo que tu comprensión ha evolucionado.

La comprensión de textos universitarios requiere paciencia y tiempo. Recordá que no solamente estarás aprendiendo sobre algo que no sabías antes, sino que al mismo tiempo estarás interiorizando cómo son las formas de leer de la universidad. Una vez que hayas adquirido un buen método de lectura, te facilitará el estudio de cualquier materia.