Pizarra mágica

Seguramente sabés que cuando estás estudiando, además de una primera lectura rápida, son necesarias varias lecturas para lograr una comprensión profunda del texto. Una práctica necesaria para lograr lecturas profundas es tomar apuntes de lo que vas leyendo. Esas notas son muy útiles para estudiar cuando las transformás en textos o en imágenes que sinteticen lo leído. Crear apuntes gráficos de los textos te va ayudar a apropiarte del contenido y a visualizar rápidamente lo más importante.

Las imágenes creadas a partir de apuntes se llaman organizadores gráficos. Algunos ejemplos de ellos son los esquemas, los dibujos, los mapas conceptuales y las líneas de tiempo. Los organizadores gráficos deben adaptarse al contenido del texto que se está estudiando. Algunos son más adecuados que otros dependiendo de la temática del texto. Por ejemplo, cuando la temática se refiere a una explicación temporal, ya sea de procesos históricos o de cómo evolucionan ciertos conceptos o teorías, el organizador más adecuado es la línea de tiempo. Sin embargo, para estudiar física, química o biología los esquemas o los mapas conceptuales tienden a ser los más adecuados. En las áreas humanísticas y sociales los organizadores preferidos también son los esquemas y los mapas conceptuales, aunque con diferente contenido.

Es aconsejable crear el organizador gráfico solamente después de haber comprendido el texto, de haberlo situado en el contexto de los contenidos que se aprenden en el curso y de haber entendido de qué manera el texto cumple con tu objetivo de lectura. Disponer de elementos visuales que sinteticen el contenido de los textos de estudio es especialmente útil para las personas que tienen memoria visual, ya que les permite memorizar las relaciones entre los conceptos de una manera diferente a la que se presentan habitualmente en un texto.