En el marco de la celebración de los 25 años de la Comisión Sectorial de Enseñanza (CSE) de la Universidad de la República, a través del ciclo «La Universidad entre dos siglos», el Portal de la Udelar dialogó con el prorrector de Enseñanza, Fernando Peláez; y con Beatriz Diconca y Sylvia De Bellis, integrantes de la Unidad Académica de la Comisión. Los entrevistados hicieron un repaso por las principales líneas de acción y programas concretados por la CSE en estos 25 años, sus vínculos con otras instituciones y servicios, y los detalles de la celebración que se inaugura el lunes 5 de noviembre.
—¿Cómo surge la CSE?
De Bellis: —Se formó en 1993 a raíz de inquietudes que venían gestándose en organismos centrales para dedicar una Comisión Sectorial a atender los problemas de enseñanza que fueron producto de la masificación enorme que se generó después de la apertura democrática. En ese momento, se estaban gestando núcleos de formación docente, sobre todo en Planeamiento y con algunas personas puntuales, como Marta Demarchi, vinculadas a Educación dentro de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Ya estaba el ejemplo de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) que atendía la pata de investigación, entonces se necesitaba una que atendiera la enseñanza.
Peláez: —También que pudiera asesorar al Consejo Directivo Central (CDC) en los temas vinculados a la enseñanza, al mejoramiento de la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje con planes de estudio, y que organizara investigación sobre esa temática. Esencialmente fue por eso, y se creó como un espacio cogobernado. Quizás hubiese sido conveniente elegir otro nombre como los que se utilizan en otros países, porque es el órgano legislativo, ejecutivo y asesor del CDC, conformado por siete integrantes :—delegados de las áreas y de los órdenes, y quien era el presidente en su momento y ahora es el prorrector de Enseñanza— pero se le llama CSE a todo el conjunto de gente, programas y unidades que trabajan en ella. En otros lugares se le denomina Prorrectorado de Enseñanza o Secretaría de Enseñanza de la Universidad, entonces cuando se habla al exterior y se dice que es una Comisión Sectorial, piensan que es una comisión que resuelve algunas cosas, cuando es mucho más que eso.
—¿Qué acciones o programas concretados se destacan en estos 25 años?
Peláez: —Está la línea más importante como herramienta para llevar adelante políticas vinculadas con la educación y la enseñanza que son los llamados a proyectos concursables. También algunos a proyectos no necesariamente concursables que se hicieron, porque una vez que uno define tratar de fomentar una línea específica, que se generen avances en las innovaciones educativas, por ejemplo, o que se trabajen las TICs, se apoya en un llamado concursable que financia proyectos en esas líneas. Ésta fue la base durante mucho tiempo, donde la Unidad Académica jugó un papel esencial en la concepción de las políticas —que después tienen que ser aprobadas por el CDC— hasta en el seguimiento de las mismas.
Asimismo, se generaron algunos programas que están cumpliendo 10 años, como el Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje (ProEVA) que impulsó el desarrollo de la herramienta en toda la Universidad. También se destaca el Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) y otros como el Programa de Lectura y Escritura Académicas, que es más nuevo.
Otro momento importante fue la creación de una Ordenanza para los estudios de grado, que se aprobó en 2011. Tenemos una cantidad de carreras nuevas y planes de estudio nuevos o reformulados para ajustarse a la Ordenanza de estudios de grado, fue un trabajo muy grande para la CSE en los últimos 10 años. Generamos un proyecto concursable nuevo que estaba relacionado con eso, era un proyecto de apoyo a la realización de ajustes curriculares o de la implementación de los nuevos planes de estudios ajustados a la ordenanza porque se vio que había una diversidad muy grande en la Udelar y había algunas facultades que tenían dificultades o requerían, una vez implementado el nuevo plan, realizar ajustes. Entonces desde la CSE brindamos nuestro apoyo financiando esos proyectos. Tenemos 127 carreras en total: 37 tecnológicas, 90 de grado, todas ajustadas a la Ordenanza a medida que son aprobadas. Solo quedan 10 o 12 que resta ajustar.
Diconca: —En el marco de estos 25 años no solo queremos celebrarlos, sino también evaluar esos proyectos que son los de más larga data, que casi se iniciaron con la creación de la propia CSE, y son: las innovaciones educativas y el llamado a proyectos de elaboración de manuales didácticos. Estamos evaluando también esas dos grandes líneas, que tuvieron siempre una gran convocatoria y fueron muy bien recibidas por los docentes, con mucha participación y propuestas, y respondiendo a esta línea de políticas educativas de mejora de la enseñanza de grado sobre todo.
De Bellis: —Actualmente siguen siendo los de mayor convocatoria.
Diconca: —Innovaciones educativas llegó a tener unas 100 propuestas en 1998, o sea que fue una iniciativa de la CSE —que trataba de impulsar la reflexión y la mejora de prácticas educativas— que realmente generó una respuesta muy buena por parte de los docentes. Nunca trabajan solos, siempre en equipos, y eso hace que reflexionen, piensen, propongan, discutan y mejoren sus propuestas educativas. Lo mismo sucedió con los manuales: son un apoyo al docente para mejorar las prácticas y, por tanto, su formación, y también el aprendizaje. De ahí la creación de programas que son posteriores como Progresa. Así se enfatizó más el protagonismo del estudiante en el proceso de mejora de la enseñanza.
La propuesta de la CSE es muy grande en programas y proyectos concursables que apuntan a mejorar la formación del docente a través de cursos y la creación de una Maestría en Enseñanza Universitaria, que está radicada en la Comisión pero se creó en conjunto con toda el Área Social y Artística de la Udelar, y enfatiza la enseñanza y la investigación al mismo tiempo. Son formas que ha tenido la CSE de jerarquizar el tema de la enseñanza para que sea una preocupación que tenemos todos respecto al aprendizaje y la formación profesional.
De Bellis: —También hay que destacar la formación de recursos humanos, que tiene tres líneas: una de realización de eventos de enseñanza en el país, otra de formación de posgrados en el exterior, y otra de actividades de perfeccionamiento docente, que justamente pretenden una mejor formación del docente universitario en temas de enseñanza o educación superior. Además en estos 25 años la Comisión ha crecido y ha tenido que atender los cambios de política educativa que Beatriz mencionaba, como focalizar en el estudiante y en los docentes, en las tutorías o la integración de funciones universitarias.
Diconca: —Desde el inicio la CSE logró crear y fortalecer Unidades de Apoyo a la Enseñanza en cada servicio, facultad o escuela, para mejorar y atender los temas de la enseñanza. Con el tiempo se fue formando una red de esas unidades que trabajan en forma coordinada con propuestas específicas, intereses y problemas que se detecten y sean comunes a todos los servicios.
Peláez: —La CSE articula esa red.
—¿Ese es uno de los vínculos que tienen con los servicios?
Peláez: —Es uno, pero no el único. Progresa y ProEVA también tienen vínculos importantes y referentes en los servicios, al igual que la Comisión Académica de Grado que asesora a la CSE.
Diconca: —En ese vínculo también hay proyectos concursables para los servicios como institución. Hay un apoyo al equipamiento, por ejemplo, a través de llamados institucionales para que los servicios propongan materiales para la enseñanza. Es un vínculo histórico directo de la CSE con los servicios.
—¿Cómo es el vínculo con los otros prorrectorados?
Peláez: —Es muy fluido. Hemos tenido instancias para compartir los proyectos que tenemos, no solo con los demás prorrectorados sino con la Comisión Coordinadora del Interior y el Espacio Interdisciplinario. Son instancias para evaluar si podemos tener proyectos en conjunto, y para no repetirnos y financiar líneas muy similares. En particular, uno de los proyectos concursables más importantes es el Proyecto de Investigación para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza Universitaria (PIMCEU) que es conjunto entre la CSE y la CSIC, y financia proyectos de investigación en educación con un componente importante de mejora de la calidad de la enseñanza universitaria. Las bases y las comisiones asesoras se definen de manera conjunta.
De Bellis: —También los proyectos del Programa de Apoyo a la Investigación Estudiantil (PAIE) se evaluaban en la CSE y eran coordinados con los prorrectorados de Investigación y de Extensión.
—¿Qué relacionamiento tienen con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP)?
Peláez: —La Ley de Educación estableció una Comisión Coordinadora del Sistema Nacional de Educación Pública, integrada por el rector y algunos representantes del CDC. Además se creó una Comisión Mixta ANEP-Udelar que ha desarrollado muchas acciones concretas, particularmente sobre la creación de carreras de posgrado conjuntas, que actualmente son 12 e incluyen especializaciones y algunas maestrías. También intentamos lograr algunas articulaciones más profundas sobre la interfase entre educación media superior y educación superior, en las que todavía estamos tratando de avanzar.
Entre 2015 y 2016 logramos concretar con el Consejo de Formación en Educación de ANEP —más allá de la Comisión Mixta— las Unidades Académicas Asociadas,que existían dentro de la Udelar, como por ejemplo, el Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. Esas unidades permiten fluir de una manera muy cómoda el intercambio de docentes y de investigadores. Lo logramos en el ámbito de la Física y en algunas áreas de las Humanidades. También se logró en la Comisión Mixta una carrera de grado conjunta entre la ANEP y el Instituto Superior de Educación Física, que es la Licenciatura en Educación Física Opción Prácticas Educativas.
Asimismo, la Maestría en Enseñanza Universitaria ya hace varios años tiene en su Comité Científico a integrantes del Consejo, y los invitamos a participar en comisiones asesoras, como la del Programa de Desarrollo Pedagógico Docente.
De Bellis: —En las últimas cohortes de esa maestría hubo cupos reservados para estudiantes que no son egresados universitarios, pero son docentes de ANEP.
Peláez: —En las Jornadas de Investigación en Educación Superior, que son un congreso de tres días muy importante y se realizan cada dos años, también participaron en el comité organizador y en el comité científico integrantes de ANEP.
Diconca: —Otro claro ejemplo de este vínculo es la Revista InterCambios, que es interinstitucional, es decir, se gestiona sobre todo dentro de la Universidad, pero en acuerdo con el Consejo de Formación en Educación.
—¿Qué otras publicaciones tiene la CSE?
Diconca: —Además de InterCambios —que forma parte de repositorios internacionales importantes más allá de Colibrí (Udelar), como Latindex— la CSE tiene otras cinco colecciones: Documentos Institucionales; Manuales Didácticos; una colección que difunde las investigaciones hechas en la Udelar sobre la enseñanza en la propia institución, que se titula La Universidad se investiga y recoge muchos resultados de proyectos como el PIMCEU, pero también otros documentos como maestrías en un formato de divulgación; otra línea son las Tesis de Maestría; y los Temas de Enseñanza, que recoge conferencias y jornadas sustanciosas.
—¿Qué importancia le dan a la realización de jornadas?
Peláez: —Una preocupación permanente e histórica de la Unidad Académica de la CSE es generar espacios de reflexión sobre distintas temáticas que se consideran relevantes, y se han realizado una gran cantidad de jornadas y eventos multitudinarios importantes. Además de las Jornadas de Investigación en Educación Superior, hay otras vinculadas con planes de estudio, la escala de calificaciones universitaria —que la CSE logró modificar después de 60 años de mantenerse igual—, indicadores de la enseñanza, los ciclos iniciales optativos, evaluaciones diagnósticas en lectura y matemática, entre otros. Más allá de las reuniones periódicas que hay de la red de Unidades de Apoyo a la Enseñanza, generalmente por año hay cuatro jornadas grandes que organiza la CSE.
—¿Cómo evalúan la convocatoria a esos eventos?
Diconca: —Es excelente, ha superado todas nuestras expectativas. Al principio eran eventos a nivel nacional y luego se transformaron en regionales y más allá también. Cada vez hay una conciencia y un interés mayores en pensar la enseñanza y la educación. Además de todo lo que fuimos mencionando, que está relacionado a las políticas educativas y la gestión de todas las actividades, la Unidad Académica tiene un fuerte componente de investigación, en la medida de lo posible. Desde los primeros años de la CSE tratamos de generar investigación sobre estas problemáticas.
Recuerdo que la Comisión realizó una suerte de diagnóstico y llamó a proyectos de equipos para aportar resultados de investigación sobre algunas temáticas como la masividad que deriva en la desvinculación de los estudiantes, las trayectorias y el egreso universitario, e indicadores de rendimiento. Actualmente están egresando estudiantes que no vienen de un contexto familiar profesional, con un nivel educativo terciario, y eso implica un nuevo aprendizaje para los estudiantes sobre cómo se insertan, cómo son las reglas de la Universidad, cómo es el vínculo con el conocimiento; es una nueva realidad. Entonces este ingreso muy fuerte requiere también pensar metodologías y estrategias distintas para esa heterogeneidad.
—¿Qué planes proyectan a futuro?
Peláez: —Una línea relativamente nueva tiene que ver con procesos de evaluación de los proyectos concursables, es decir, con la evaluación de políticas y el alcance de los programas que estamos desarrollando. Después, salvo por algunos cambios menores, hay consenso en que debemos mantener el resto de las líneas porque seguimos con las mismas problemáticas e inquietudes, que son las que mencionó Beatriz. Tenemos que seguir apoyando actividades, líneas de trabajo y proyectos vinculados con el apoyo al ingreso para intentar disminuir la desvinculación, como las Tutorías Entre Pares. También apoyar las buenas prácticas e implementación de los nuevos planes de estudio, y la formación docente.
De Bellis: —Y lograr que todos estén bajo la Ordenanza de estudios de grado. Estimular eso.
Peláez: -Además, se viene una nueva etapa vinculada a la evaluación de los nuevos planes de estudios, porque ya pasó un tiempo razonable desde el cambio en varios planes, entre 5 y 10 años, entonces es un momento adecuado para evaluarlos. Algunas facultades como la de Ciencias Sociales ya lo están haciendo.
Esa es mi visión y lo que hemos conversado en la Comisión. Siempre tenemos que aclarar que hace 10 años que no tenemos ningún tipo de incremento presupuestal, entonces se sigue haciendo todo con el mismo presupuesto.
—¿Cómo surge la idea del festejo de los 25 años?
Diconca: —Encontramos que una excelente manera de celebrar estos 25 años es la evaluación de nuestros proyectos más históricos y para eso organizamos las próximas jornadas del 6 y 7 de noviembre, que van a tener una inauguración el lunes 5 en la Plaza Cagancha con una importante participación del Centro de Fotografía de Montevideo. Realizamos con ellos un trabajo muy fluido de relevamiento de la Udelar sobre el impacto que ha tenido el desarrollo edilicio y el desarrollo en las aulas.
Las jornadas van a estar específicamente dedicadas a los resultados de esa evaluación, realizada por una comisión de evaluadores nacionales y extranjeros que, esperamos, van a aportar nuevos insumos para mejorar aún más los llamados a proyectos concursables. Además contarán con presentaciones de docentes sobre algunos de los manuales didácticos y trabajos seleccionados.
Peláez: —Otro evento importante es el «X Encuentro de Tutorías Entre Pares» que se va a realizar el 15 de noviembre en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración.
Noticias relacionadas:
Comisión Sectorial de Enseñanza celebra 25 años
X Encuentro de Tutorías entre Pares