El Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) de la Udelar, surgió en 2007 para fortalecer las capacidades básicas para el estudio y facilitar el accionar de los estudiantes sus trayectorias educativas. Desde allí se trabaja «en la construcción de la identidad universitaria», explicaron sus responsables al Portal de la Udelar.
Según explicó la docente Carina Santiviago, coordinadora de Progresa, antes de crear el programa «se veía que más de la mitad de la generación a los pocos meses de ingresar a la Udelar, se desvinculaba». A medida que comenzó su trabajo, el equipo entendió que «el ingreso empieza mucho antes de entrar a la universidad y termina mucho después que en el primer año. Entonces empezamos a trabajar en la construcción de la identidad universitaria desde antes» agregó.
Sofía Ramos, docente de Progresa, indicó que «el énfasis del programa comenzó a estar en el apoyo en un sentido amplio de las trayectorias de los estudiantes, no solo en el primer año, porque la permanencia estudiantil trasciende el primer semestre ya que se entiende que un estudiante permanece cuando hace dos años que está en la institución».
Es por es por ello que desde Progresa se busca aportar a la inserción plena del estudiantado a la vida universitaria, potenciando sus trayectorias educativas y acercando los recursos que la Udelar posee a través de múltiples líneas de intervención y acciones. Talleres de orientación vocacional ocupacional, espacios de consulta y orientación, el dispositivo La Previa, las guías de oferta educativa y las Expo Educa son algunas de las acciones dirigidas a los estudiantes que ingresarán a la universidad. Mientras que los cursos de introducción a la vida universitaria, los talleres de orientación al ingreso, las tutorías entre pares y los talleres de reorientación vocacional están dirigidas a quienes acaban de ingresar a la Udelar. En tanto, los talleres de egreso y los talleres de apoyo a la redacción de tesis como otras acciones son dirigidas a apoyar la salida de la universidad y orientar en el ingreso al mundo laboral.
Tutorías entre pares: apoyo entre iguales para la continuidad educativa
En 2008 surgieron las Tutorías entre pares (TEP), línea muy importante en el trabajo de Progresa, que busca contribuir a una mejor y más profunda integración a la universidad. Para esto son los propios estudiantes avanzados quienes ayudan a los nuevos a adaptarse a la vida universitaria.
Es importante para atacar la desvinculación el apoyo en la integración social y académica del estudiante porque «la comunicación entre iguales siempre logra generar un efecto distinto y eso ya es generar un grupo de pares» indicó Ramos. Los tutores son protagonistas en las bienvenidas a las nuevas generaciones de las facultades y en el Tocó Venir que se organiza al comienzo de cada año. Es una línea esencial para que el estudiante que ingresa comience a «sentirse parte de la universidad y comience a construir esa identidad universitaria» agregó la docente. «Que en la bienvenida te puedas llevar dos o tres caras conocidas que puedas referenciar, intercambies teléfonos, te guardes lugar, ya te cambia un montón de cosas» expresó.
El logro más importante con respecto a las tutorías fue la creditización desde el 2016: «que las tutorías se incorporaran a la malla curricular de cualquier servicio y que sean una materia electiva u optativa para cualquier estudiante, implica un reconocimiento conceptual de que el apoyo no es sólo para el tutorado sino también para el tutor. Cuando tú le enseñas a otro también estás aprendiendo» señaló Santiviago.
Con respecto a la formación de tutores, Ramos explicó que se realizan desde 2008 pero «en ese momento no tenían un reconocimiento de crédito, sí tenían una certificación desde Progresa y un acompañamiento de la práctica. Hoy tenemos módulos de formación teórica y nos especializamos por poblaciones y por temas».
Los módulos de formación son: TEP 1, que dura un semestre y equivale a cuatro créditos, y se forma en «el rol del tutor, la técnica de trabajo en equipo, la identidad del estudiante, la trayectoria educativa y la situación de la educación en nuestro país, y se aprueba haciendo un trabajo de intervención en el próximo semestre» indicó Santiviago. En tanto, el TEP 2 se basa en «un trabajo concreto con estudiantes en el desarrollo de una tutoría y de ahí vienen las especificidades. Cada uno tiene un módulo en particular y se puede optar por diferentes modalidades».
En este sentido, quienes se forman en tutorías pueden optar por la modalidad de TEP con estudiantes universitarios privados de libertad para apoyar a aquellos que están en situación de reclusión en unidades del Instituto Nacional de Rehabilitación. La opción TEP Inclusión educativa permite acompañar a estudiantes en situación de discapacidad, y el TEP Territorialidad propone un acercamiento a los territorios donde la universidad realiza actividades de extensión. Eligiendo el TEP Género, los tutores podrán apoyar las trayectorias educativas de estudiantes mujeres del área científico tecnológica y si optan por el TEP Interfase, en las trayectorias educativas de estudiantes de Enseñanza Media de Montevideo y el interior. También se ofrecen las opciones TEP Migrantes y movilidad, para apoyar a estudiantes que ingresan a la Udelar desde otro país, y TEP de Lectura y escritura académica.
Según sostienen las docentes de Progresa el TEP de Lectura y escritura académica «es nuestra joyita y se realiza en coordinación con el programa de Lectura y Escritura Académica de la Comisión Sectorial de Enseñanza».
«La permanencia en la universidad también tiene que ver con el rendimiento académico, entonces hace un tiempo empezamos a incursionar en las Tutorías académicas interdisciplinares con una experiencia piloto. La última en incorporar es en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo junto a la Cátedra de Matemática, donde el docente de Progresa y el de matemática están juntos en el aula» explicó Santiviago.
Ramos agregó que «estas tutorías también tienen cuatro créditos por semestre para los estudiantes. Es un curso teórico de tutorías que toma la base del curso del TEP1 y se le da la especificidad del aprendizaje de matemática con el proceso motivacional dentro del curso». Esta experiencia se realiza en el aula con el equipo docente de la cátedra trabajando en equipos fijos todo el semestre y a través de espacios de consulta de los tutores en la facultad. Estas tutorías son muy importantes y efectivas porque «promueven la interacción entre los estudiantes, el aprendizaje mutuo y la cooperación».
«Hoy tenemos un promedio de 1000 estudiantes por año» formándose como tutores, indicó Santiviago. «Hemos logrado que los estudiantes participen. Logramos convocarlos, que se apropien de las actividades, que propongan y difundan a otros pares».
Tutorías con estudiantes en privación de libertad
Con respecto al trabajo que se realiza con estudiantes privados de libertad «primero se hace un acercamiento a la vida universitaria y se elabora un plan de acuerdo a las posibilidades reales para estudiar y a las materias específicas que rindan ese semestre. La idea es unir el deseo del estudiante con las posibilidades reales para estudiar. Los tutores van todas las semanas a brindarle apoyo académico y apoyarles con estrategias de estudio. Desde Progresa se hacen tareas de gestión también para el ingreso a la cárcel. La universidad está yendo a un lugar impensado» sostuvo Santiviago.
Ramos agregó que en los cursos de formación de tutores «se trabaja en cómo acompañar a alguien en la situación de reclusión». Además «algún estudiante en privación de libertad a veces tiene salidas transitorias y comienza a ir a clase y también los tutores siguen apoyando ese proceso». La docente explicó que «en el momento que egresan de la situación de reclusión empiezan a venir a Progresa y se apropian de los espacios para poder continuar estudiando».
Tutorías con perspectiva de género
Progresa realiza un trabajo importante con perspectiva de género a través de las TEP; al respecto Santiviago mencionó que «se puede estar de acuerdo en el pantallazo general sobre la equidad de género pero cuando se profundiza en el tema hay inequidades muy grandes. Al mismo nivel educativo las mujeres ganan mucho menos, en el trabajo no remunerado las mujeres hacen más tareas de cuidados, entre otros puntos». Estos temas se trabajan tanto con mujeres como con varones en los cursos de formación de tutores y en los plenarios obligatorios.
De todo el país
En referencia al apoyo al estudiantado del interior, Progresa trabaja con aquellos que residen en Montevideo a través de la línea de apoyo a los hogares estudiantiles y se focaliza en «tanto en la integración del estudiante en la universidad como en el desarraigo y la adaptación a residir en un espacio compartido con muchas personas en un nuevo lugar». En este sentido, «hemos articulado con la carrera de Turismo de UTU para realizar recorridas por Montevideo.
También trabajamos con los estudiantes de la materia de educación alimentaria de la Escuela de Nutrición, en el asesoramiento sobre cómo alimentarse saludablemente con los recursos que los estudiantes cuentan en los hogares estudiantiles» dijo Ramos.
Con respecto al trabajo con los estudiantes en los departamentos del interior, las docentes de Progresa explicaron que han realizado talleres de orientación vocacional, sobre técnicas y estrategias de estudio, la Previa en el interior, Expo Educa en el interior y cursos de introducción a la vida universitaria, «pero es un debe que tenemos por cuestiones de recursos».
Ramos agregó que «hemos potenciado estas líneas de trabajo en diferentes momentos en los centros universitarios pero entendemos que solo ir a trabajar esto y volvernos no es suficiente. Por eso es importante que haya un recurso en cada centro del interior para impulsar estas acciones , porque entendemos que el trabajo tiene que ser cara a cara».
Santiviago agregó que «tuvimos un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Educación y Cultura a través del programa Compromiso Educativo, por el cual nos financiaron docentes en distintos departamentos y pudimos hacer cursos de TEP. Hoy no podemos sostenerlos por falta de recursos». Ramos mencionó el convenio con hogares estudiantiles rurales, «bien interesante» por el trabajo que se realizó con hijos de peones rurales que vivían allí: «se trabajaba la proyección y la continuidad hacia la universidad».
Fuera de Montevideo «durante el rectorado anterior la población a trabajar desde Progresa se redujo a los pre-ingresantes y se acabaron los convenios. Hoy estamos tratando de reactivar para conseguir recursos y volver a trabajar en el interior», sostuvo Santiviago. Con respecto estos los desafíos, la coordinadora entiende que es importante que «el programa se pueda expandir al interior genuinamente». Para esto sería necesario que «haya un referente de Progresa en cada centro universitario del interior y armar un equipo con los docentes de Programa y los tutores que formamos», indicó Santiviago. «Tener un recurso que centralice y que conozca al detalle el servicio, permitiría tener una red de promoción y sostén y generaría un impacto importante».
Respaldo al egreso
Además se trabaja en la línea de apoyo al egreso «pensando en las articulaciones a generar ante el eventual egreso y la búsqueda de trabajo. Para que estudiantes próximos a egresar puedan visualizarse en esa situación» explicó Ramos.
Según la docente «todo lo que produce el momento de imaginarse pasar de ser un estudiante a ser egresado y desempleado implica mucho y es otro proceso que a veces hace que muchos estudiantes demoren el trabajo final o den varias veces el mismo examen. Esto muchas veces tiene que ver con esa transición».
Otras tutorías específicas y en coordinación
Las tutorías implican coordinación con otras instituciones y con organismos del Estado. En cuanto al trabajo con estudiantes en situación de discapacidad «articulamos con asociaciones civiles que trabajan con personas ciegas y sordas y también con educación media» subrayó Santiviago.
«Nos focalizamos en poblaciones más vulnerables y hacemos una intervención en el Hospital Vilardebó con pacientes que están por egresar, también con el programa Jóvenes en Red del Ministerio de Desarrollo Social, trabajamos en 28 liceos y ocho departamentos del interior» puntualizó la coordinadora de Progresa.
Hacia la Expo Educa
Expo Educa es la feria educativa más grande del país que promueve que los jóvenes puedan aprehender y conocer la información sobre las distintas propuestas formativas y acercarlos a las distintas instituciones educativas públicas y privadas. Este año comienza en Durazno el 1º de agosto y culmina en Canelones el 8 de octubre, recorriendo diez departamentos del país.
Esta es otra de las líneas importantes de trabajo de Progresa, que desde 2007 se integró a Expo Educa y desde allí «se logró visibilidad y difusión importante, una cobertura a nivel país, se instaló en las agendas educativas y se conformó la Comisión Nacional de Organización cada vez con más organizadores» comentó Santiviago. Sin embargo considera que «ahora tenemos que dar un salto». Por ejemplo resaltó la necesidad de «tener lugares más apropiados en Expo Educa para desarrollar diferentes propuestas y talleres, tener fuentes vivas de la información y el tipo de interactividad depende del lugar».
Además desde Progresa quieren avanzar en mayores propuestas de talleres de orientación vocacional y juegos interactivos además de otras instancias «como una pre Expo Educa y la preparación del recorrido de la feria y una “post Expo Educa” para profundizar lo que se trabajó allí».
«Democratización de la orientación educativa»
En referencia a las acciones dirigidas a los estudiantes de educación media, desde 2009 «hacemos la actividad de la Previa donde estudiantes universitarios van a educación media y promueven la continuidad y les cuentan a los estudiantes de liceo su experiencia de ser universitarios» explicó Ramos. También Progresa tiene otras líneas de trabajo como los espacios de consulta individual para estudiantes de liceo y talleres sobre orientación vocacional. Además de la feria educativa Expo Educa.
Para los estudiantes universitarios también existen espacios de consulta sobre reorientación vocacional u otros aspectos de la vida universitaria dado que «a veces al inicio de sus carreras consultan con la idea de cambiarse de carrera porque no era lo que esperaban. A veces es por aspectos vocacionales y otras es por la no adaptación a la vida universitaria. Entonces ahí realizamos una coordinación directa con tutores estudiantiles que estén cursando esa carrera para que el estudiante pueda hacerle todas las consultas con respecto al perfil de egreso, conocer aspectos específicos de la carrera y demás».
Es por eso que desde Progresa entienden fundamental el intercambio de la información entre estudiantes pares y por tanto el trabajo desde las diferentes líneas. «Partimos desde la premisa de que no puedo elegir aquello que no conozco. ¿Cuánto saben los estudiantes acerca de las más de 120 carreras que tiene la universidad? Muchas veces puedo descartar una carrera porque no la conozco o no conozco las posibles áreas en las cuales me puedo desempeñar» indicó Ramos.
Al tiempo que Santiviago expresó que «nosotras no informamos, trabajamos la información en dimensión de la trayectoria estudiantil y lo educacional», subrayó la importancia de esa transmisión de conocimiento entre pares desde las tutorías, los talleres, las ferias educativas, entre otras líneas. «Creamos algunos dispositivos como la Expo Educa con una fundamentación donde se trabaja la información a través de los stands interactivos y los talleres. Los tutores contando experiencias en la Previa y otras líneas. Tratamos que la información no sólo se aprenda sino que se aprehenda a través de estas fuentes vivas de información», subrayó.
«Creo que desde Progresa hemos hecho un aporte importante en la democratización de la orientación educativa que antes era restringida a un tipo de población, a gente con determinado poder adquisitivo que elegía estudiar una carrera universitaria. Ahora la universidad llega a diferentes sectores. Trabajamos con estudiantes privados de libertad, con estudiantes del interior, con aulas comunitarias y centros juveniles, por ejemplo», concluyó Santiviago.